Acompañamiento Gestalt

La terapia Gestalt es una terapia de origen humanista, por lo que pone en el centro al individuo y su capacidad innata para interactuar con el entorno de una forma equilibrada y satisfactoria. Esto significa que la base del acompañamiento es poner el foco en aquello que le está sucediendo al sujeto en este momento, y cómo este está viviendo su experiencia y reaccionando a ella.

Una de las características de la terapia Gestalt es la ausencia de interpretaciones y explicaciones por parte del terapeuta de lo que le ocurre a la persona. Es esta misma quien descubre —en su momento y a su ritmo— los resortes en los que se atasca y aquello que gana cuando evita enfrentarse a ciertas situaciones.

Una aproximación humanista del proceso

En mi acompañamiento, por lo tanto, no ofrezco un diagnóstico ni las consecuentes sugerencias o recetas para tratarlo. Te ofrezco, en cambio, apoyo y propuestas e indagaciones que te hagan comprender desde tu propia vivencia, y no solo desde el razonamiento.

Todo lo anterior precisa de los cimientos de una relación terapéutica que se construye en común entre cliente y terapeuta y que provee de un espacio seguro y creativo donde se fomenta el autodescubrimiento y se explora el cambio creativo.

Un espacio seguro y creativo

Mucho se habla de los espacios seguros. Para que un proceso terapéutico pueda tener éxito es necesaria la creación de una relación saludable en un espacio libre de juicios donde la persona se sienta comprendida, escuchada y pueda expresarse de forma abierta y honesta y ver sus emociones y vivencias validadas. Sin esta condición de base, cualquier esfuerzo será en vano.

En mi caso presto especial atención a no interferir en tu forma de entender la vida, tus prioridades, opiniones y motivaciones. La escucha atenta es para mí —desde una curiosidad respetuosa— el hilo que me permite entender aquello por lo que sufres y lo que de veras te importa. Siguiendo este hilo podré ofrecerte aquellas preguntas e indagaciones que te ayuden a descubrir dónde te atascas, qué es lo que te mantiene atrapadx y dónde encontrar tus propios recursos para soltarte, cuando decidas que ha llegado el momento.

De la incomodidad y el dolor a la creatividad

En este camino encontraremos puntos molestos, incómodos y dolorosos que probablemente llevan tiempo ocultos, aunque no por ello hayan dejado de afectarte. Los miraremos con cariño y los abordaremos con diversas técnicas y propuestas para ayudarte a procesarlos e integrarlos de manera que disminuya su influencia sobre ti.

Es aquí donde entra en escena la dimensión creativa del espacio terapéutico. Sobre la base de una relación segura ya establecida podemos adentrarnos en esos asuntos de los que antes huías y eso abrirá nuevas posibilidades y despertará en ti una nueva seguridad y vitalidad. Esto propiciará que descubras oportunidades y recursos antes ocultos que te ayudarán a enfrentar tus dificultades vitales y vivir una vida más satisfactoria, más cercana a tus deseos y necesidades.

Sesiones

El acompañamiento consiste en sesiones de 1 hora en las que te acompañaré en tu autodescubrimiento. Durante estas sesiones tendrás oportunidad de expresar aquello que te ocurre y cómo te afecta. Conforme avance el proceso irás aventurándote a compartir aquello que sientas necesidad y hasta donde te sientas confiadx y capaz. Por mi parte te acompañaré en este proceso recibiendo y validando aquello que sientes y facilitando que tomes conciencia de ti misma con preguntas e indicaciones guiadas por la curiosidad respetuosa.

Irás dándote cuenta de cómo interactúas con los demás, como te relacionas contigo mismx, qué actitudes y creencias te alejan de lo que deseas, qué partes de ti no te permites expresar o explorar, qué recursos propios que desconocías tienes a tu disposición, etc. en un camino hacia una mayor plenitud y autenticidad. Puedes consultar el precio en la página de tarifas.

Duración del proceso

La frecuencia de las sesiones la fijaremos dependiendo de tu necesidad y tu disponibilidad, pudiendo ser semanales, cada dos semanas o incluso puntuales, si fuera el caso. Cada proceso es diferente y no hay una duración determinada, aunque es conveniente un número mínimo de sesiones para que puedas comprobar si el acompañamiento te está ayudando realmente. Por supuesto puedes interrumpir las sesiones en cualquier momento, por las razones que consideres oportunas. La responsabilidad de tu proceso es, en última instancia, tuya.

Escúchate

Pedir ayuda cuando lo necesitas no es un signo de debilidad, sino un acto inteligente de amor a ti mismx. Ten en cuenta que este será un proceso pilotado por ti y tus necesidades. Si tienes dudas o preguntas no dudes en contactar conmigo.