Siempre he sentido una gran curiosidad e inquietud por el papel que juegan las emociones en nuestra vida y la importancia y complejidad de las relaciones humanas. Durante mucho tiempo profundicé de forma más o menos autodidacta en temas relacionados con la psicología y la sociología. Más adelante, la formación en terapia Gestalt me dio el marco teórico y experiencial que necesitaba para convertirme en terapeuta y poner todo ese conocimiento al servicio de las personas a las que acompaño en sus procesos vitales.
Me he formado como terapeuta Gestalt con el Institut Gestalt de Barcelona a través del Instituto Aware en València. Formación que se desarrolla a lo largo de 3 años y que comprende no solo la adquisición de un marco teórico sino —sobretodo— un proceso experiencial imprescindible a la hora de acompañar a otras personas. Posteriormente realicé un curso de Supervisión y práctica de la terapia Gestalt en la Escuela de Psicoterapia de Valencia. Paralelamente y hasta el momento, continúo con mi propio proceso de terapia y supervisión, que considero imprescindible.
Descubrí la Gestalt en la enriquecedora formación en Narrativa Terapéutica que imparte Jordi Amenós, en un momento de profunda crisis. Allí me di cuenta de que todo el conocimiento teórico no me servía de nada sin un proceso vivencial que me ayudara a conectar con mis propias necesidades y deseos: necesitaba reconciliarme con mis sensaciones corporales y con todo aquello que mi mis emociones me estaban intentando comunicar. Fue toda una revelación y la base de un importante cambio que más adelante me llevó a formarme como terapeuta.
Me considero un amante de la diversidad y creatividad humana. La aproximación humanística a la psicoterapia se adapta perfectamente a mi principio de ayudar sin tratar de hacer encajar a los demás en una normativa social. Mi deseo es acompañar a personas en su proceso de autodescubrimiento hacia una forma más auténtica de relacionarse consigo mismxs y con los demás.
Soy una persona inquieta, atenta a las dinámicas sociales y con la determinación de participar activamente en la transformación hacia una forma más amable y genuina de relacionarnos.